Su título es Diccionario de
Ufología, y es un catálogo de entradas habituales de esta disciplina.
Poco podemos decir de su autor, Isaac Martínez Tamayo, y gracias a la
editorial responsable de la publicación Sapere Aude, contactamos con él y nos
ha respondido a estas preguntas, aunque dejando claro que no desea salir de su anonimato.
Sí podemos indicar que esta es una persona bien empapada de esta
temática, aunque desde una perspectiva muy escéptica, no cayendo en la
interpretación fácil y sí habiendo trabajado toda esta materia con profundad y
seriedad.
Además, es una obra que recuerda aquella época de la ufología más romántica y fresca, cuando parecía que todo era posible y, desde luego, estaba menos mercantilizada, aunque también con muchos mitos que se han ido cayendo por su propio peso.
Estimado Isaac, bienvenido a Biblioteca oculta y gracias por acceder a nuestras preguntas.
Bienhallado, y gracias por invitarme.
Sabemos que
usted no desea salir de su tranquila vida, y que ha accedido a nuestra
solicitud. Gracias.
Lo primero, es saber quién es Isaac Martínez Tamayo.
Un humilde investigador, amante de la literatura, y que en sus años de juventud se dedicó a investigar sobre todo aquello relacionado con el misterio, y en especial el tema Ovni.
Lo siguiente que quisiéramos saber es ¿por qué escribir Diccionario de Ufología?
Pues el deseo de compartirlo, es un trabajo personal en el que veo que su contenido aún está de actualidad.
Por qué decidió recopilar todas esas palabras (más de 500) y hacerlas diccionario, cuál fue la motivación.
Bueno, este es un tema curioso, pero
en un momento dado de mi juventud empecé a recopilar términos, con el objetivo de
ampliar mis conocimientos y poder recurrir rápido al significado de algunos de estos.
Pensemos que en esa época no había internet ni existía tampoco un diccionario o
enciclopedia sobre ufología. Esta recopilación incluía también conceptos y nombres
de personas relacionadas con todo este mundo.
Lo cierto es que tras el paso de los años, lo tenía guardado en un cajón y ni me acordaba de él. Hace unos años lo encontré, lo fui pasando a digital, y al final vi la posibilidad de publicarlo, y afortunadamente al final lo he podido ver en forma de libro.
Este es un trabajo meticuloso, ¿Cuánto tiempo le llevó escribirlo?
Años. No era algo continuo, sino que cuando tenía unos cuantos términos y significados los escribía a máquina de escribir de las viejas, nada de ordenadores. Sí recuerdo que fue muy motivante para mí. En aquellos tiempos todo este fenómeno conllevaba mucho de motivación, emoción, éramos muy inocentes. Todo era nuevo, y cualquier cosa llamaba nuestra atención. Pero yo deseaba darle un poco de sentido a todo esto, y por eso lo escribí.
Y tras tanto tiempo durmiendo en los cajones, ¿porqué publicarlo ahora?
Pues sí, más de 30 años. Y la motivación, como le dije, fue surgiendo. Al pasarlo todo a digital, y ver que seguía siendo vigente, pensé que podría ser de utilidad para los modernos investigadores. Los editores pensaron que también podría ser de interés, y lo publicaron, cosa que agradezco.
Se nota que este libro viene de alguien que vivió esa época romántica de la ufología, donde había muchos mitos, pero también el asunto estaba menos mercantilizado. ¿Echa de menos esos tiempos?
Sí mucho. Todo era nuevo, había muchos
casos, pero a la vez las cosas llegaban a cuentagotas.
Los amigos salíamos a investigar
casos, entrevistar a los protagonistas de supuestos avistamientos. Todo eso sin
mirar el reloj y sin pensar en que había que recorrer muchos Kilómetros, y
luego regresar.
Donde nos creíamos casi todo, pero con
el tiempo fuimos cada vez más cautos.
Así todo, en nuestro caso siempre buscábamos la explicación racional a los sucesos, y casi siempre la tenían.
De las historias de ovnis de aquella época, cuál es la que recuerda con más fuerza.
Lejos de los grandes casos, yo prefiero quedarme con los testimonios de algunos pocos protagonistas a los que entrevistamos, sinceros, que describieron cosas que no podemos explicar. Fueron pocos, pero significativos, y aún hoy me pregunto qué sucedió en esos sucesos.
También era muy común por aquellos tiempos el contactismo. Podría nombrarnos un caso de este tipo que recuerde especialmente.
La verdad es que no era algo que me resultara atractivo. Los seguía, leía de varios de estos contactados. De hecho, en el diccionario nombro muchos. Pero me daba la sensación de que aquello respondía a otras cosas, sobre todo porque se mezclaba con asuntos de tipo religioso, incluso sectario en ocasiones.
A veces parece que la frontera entre el investigador y el fenómeno era algo difusa. En ocasiones eran las dos cosas a la vez. Era un poco loco a veces todo aquello, ¿no?
Sí, algunos que se presentaban como investigadores en verdad eran más bien protagonistas del fenómeno, o eso pretendían. Creo que hay que tener en cuenta que todos estos temas despertaban mucho interés, y creo que en ocasiones para algunos era una forma de llamar la atención como otra cualquiera.
Desde la perspectiva del tiempo, cómo ha evolucionado el fenómeno. Cómo eran los ovnis de antes con respecto a los de ahora.
Bueno, ahora todo parece más serio, aunque también parece que es más comercial. Al menos los modernos investigadores, apoyados por la tecnología, no suelen caer tan fácilmente en dar crédito a lo que se afirma a la ligera. Son más asépticos con el fenómeno.
Por cierto, ¿porqué se asocia rápidamente ovni a extraterrestre?
Esa era la tendencia, aunque parece cada vez lo es menos. Yo no tuve, ni tengo, nada clara esa asociación, y hay que investigar otras posibilidades, desde la perspectiva de los mitos, la psicología y la antropología...
En su opinión, el cine se hizo eco del fenómeno ovni. Pero, ¿A su vez el séptimo arte ha influenciado en el fenómeno?
Al final, muchos testimonios parecían el guión de las películas de este tipo. No sé si se debía a que la gente estaba contaminada por el cine, o por otro motivo. El cine, libros, revistas, documentales... se mezclaban con las creencias individuales, y muchas personas creo que se alimentaban de ellos para contar sus experiencias. Esos casos eran casi siempre inventados.
Ojeando su libro, los términos que incluye siguen siendo los mismos, y es una obra que seguro sería de ayuda a los modernos ufólogos.
Como le dije, esa es la motivación para publicarlo, y mi deseo para los que lo lean.
Y la gran pregunta, ¿Cuál es a su modo de ver el origen, u orígenes, de este fenómeno?
Bueno, yo no puedo descartar nada,
pero creo que hay que estudiar el fenómeno desde ópticas distintas, y la
antropología y la psicología no pueden quedar fuera.
No creo que los testigos estén locos o sean enfermos mentales. Pero sí tenemos que entender que el origen puede estar fuera, debido a un fenómeno aún desconocido por la ciencia. Así como en el interior, en la creación de la mente del protagonista, o en ambos. Hay que investigar esto más seriamente, respetando a los protagonistas.
Por último, me gustaría que le dijera a nuestros lectores, a quién va dirigido este libro y qué van a encontrar en él.
Bueno, pues va dirigido a todos los que estén interesados, los que deseen saber simplemente, los románticos del tema. Pero también para los investigadores, por lo que les pueda servir, así como para los que hacen una historiografía del fenómeno.
Sin duda, son muchos los motivos que invitan a hacerse con este libro, y seguro que los aficionados y expertos lo van a aprovechar bastante.
Isaac Martínez Tamayo, ha sido un placer tenerle por aquí, que compartiera con nosotros su experiencia y conocimiento, y agradecerle que publicara este libro.
Gracias por dedicar esta entrevista al libro, también les deseo mucha suerte.
Para los que estén interesados, visitar https://editorialsapereaude.com/libro/diccionario-de-ufologia_118964/
Nosotros nos
despedimos, y esperamos volver pronto con más entrevistas y podcast.
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